Solo basta vislumbrar las migajas de una idea interesante y tomar de mi bolsillo desgastado mi cigarrillo. Dijo improbablemente Ribeyro dándonos la estequiométrica receta para un cuento majestuoso.
El Emigrante
"¿Olvida usted algo? - ¡Ojalá!"
Fin
Es claro el influjo perverso de A. Monterroso en esa línea solitaria. Menos que su aroma de fábula inconclusa me impresionó la marcada sensación de una apacible redención.
Después de un ecléctico y personal análisis dimensional lo nímio y lo insondable pierden su sentido.
Catalogado como el más breve de la literatura mundial. Es para mi, sin duda, el más denso de todos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario